EL ESPACIO GEOCULTURAL AGREDIDO
(Apuntes en torno a una relectura del "suelo" regional)
Lic. Osvaldo Raúl Valli
Universidad Católica de Santa Fe

Desde estos lugares se está tejiendo en la memoria otro tiempo,
paralelo a los calendarios, el tiempo de la palabra,
el lenguaje de la inundación que abre las puertas a otros mundos de palabras
íntimamente ligadas por hilos invisibles
(...)
Celina Vallejos


Advertencias preliminares

Esta exposición tiene como propósito compartir "resultados de avance" de un trabajo pensado en torno al universo de lenguaje generado como consecuencia de un desborde fluvial que algunos llamaron (con abusivo eufemismo) emergencia hídrica y otros lisa y llanamente catástrofe . Dicho de otra manera ,el tiempo de la palabra del epígrafe resulta motivante para aludir a la multiplicidad de textos surgidos a partir de la inundación de 2003 en la ciudad de Santa Fe , material digno de estudio tanto por el valor que ese hecho tiene en sí mismo en cuanto síntoma de un estado de vulnerabilidad física, social y simbólica, como en relación a problemáticas que hasta hace poco más de un par de décadas eran objeto de reflexiones redundantes, certezas cristalizadas y enfoques basados en campos de estudio disociados entre sí (1)."

Entre ellas el espacio geocultural (2)"y la amplia gama de términos que se relacionan en torno a su semántica: desde lugar a suelo, desde piso a territorio, desde comarca a zona hasta llegar al controvertido término de región. (con sus desprendimientos básicos regional, regionalismo). Sobre todo este último conglomerado semántico, de suma importancia en lo que hace a su conflictiva relación con la escritura pero también en cuanto supone necesidad imprescindible de pensar una nueva lógica dirigida a "comprender" discursos emergentes de un estado sociocultural cuya complejidad lo hace reacio a esquemas interpretativos tradicionales.

Cabría pensar de tal manera y casi a modo de hipótesis que así como el regionalismo al ser funcional a los proyectos políticos de la Argentina moderna ha sido estudiado como una de sus expresiones más acabadas (sobre todo en lo que hace al proceso afirmación raigal del país interior), este concierto de múltiples voces que "sonorizan" el lenguaje de la inundación constituye oportunidad propicia para abrir perspectivas de análisis diferentes. No sólo como expresión superadora de ciertas marcas típicas de variado cuño (desde el paisajismo pintoresquista al costumbrismo crítico para citar sólo algunos) sino también en lo que hace a una lectura regional en "clave posmoderna" capaz de poner de manifiesto las tensiones que invariablemente acompañan a los grupos sociales en permanente proceso de cambios y reacomodamientos. Ello ha de permitir ,por un lado, evadir los riesgos de miradas excesivamente atadas a esencialismos a priori y por otro, la apertura a sistemas expresivos en gran medida extraños a modelos considerados como indiscutibles y definitivos.

Partiendo de este enfoque y a los fines de ordenar la exposición,he optado por estructurarla en dos momentos: el primero apunta a fijar criterios de reflexión sobre algunas de las mencionadas categorías del espacio cultural tanto en lo que hace a las modificaciones en los modos de concebirla como en la ya mencionada relación con la escritura. El segundo, en concordancia con el marco hipotético planteado, procura trazar algunas líneas reflexivas acerca de las maneras en que un mismo fenómeno (la irrupción de las aguas o lisa y llanamente la inundación ) permite ser considerado a través de una mirada contrastiva que no sólo apunte a diferenciar nuevos y viejos lenguajes desde una perspectiva "estética" y según los cánones más rigurosos y cerrados". Tendrá también vinculación con el cúmulo de conexiones que suelen establecerse al momento de enfrentar un fenómeno verbal cuyamatriz enunciativa hecha de incertidumbre y novedad requiere tanto de la severidad analítica basada en la certeza de saberes afianzados , como de la disposición mental hacia la tarea "de experiencia y de riesgo" de adelantar sospechas y aventurar especulaciones sobre problemáticas que en su aparente tono menor y a causa de su carácter en alguna medida acotado y "regional", se constituyen en caja de resonancia de los conflictos culturales de este tiempo.



PRIMER MOMENTO


"El verdadero sentido del suelo" y su relación con la palabra

En realidad toda cultura es geocultura, y su referencia principal es el suelo,
y por consiguiente el arraigo y el habitarlo

Carlos Cullen


1- La región ¿ multiuso semántico?

Cada vez resuenan más insistentes las voces que hablan de revisar, mirar desde otra dimensión, otorgarle nuevo sentido a ese término que tanto tiene que ver con nuestro sistema de representaciones de mundo y con las perspectivas con que enfocamos la realidad. Para ello es necesario hacerse cargo en primer lugar de que se está frente a una noción de difícil encasillamiento, escurridiza, compleja, contradictoria y sobre todo sometida, tanto desde lo empírico como desde lo teórico a usos y abusos interpretativos con alcances de comprensión a veces distantes entre sí. Se ha intentado desde antaño clausurar su semántica en el reducido predio del tipicismo costumbrista o en el santuario de valores imperecederos con la misma soltura con que se la considera ,en el rediseño de poder del planeta como "lugar funcional del Todo y espacio de conveniencia"(3) donde pesa más lo comunicacional que lo territorial, la decisión estratégica globalizada que las instituciones tradicionales. Suele ser ponderada como instancia indispensable al momento de ubicar a los seres como sujetos culturales pertenecientes a un espacio determinado y al mismo tiempo sirve de comodín para designar territorios geopolíticamente pensados con marcos de referencia a menudo imprecisos. Se la puede concebir, en otra escala interpretativa como territorio vivido, población frecuentada, micromundo casi inmutable del cual absorbemos infinidad de elementos en forma inmediata y espontánea (4), mientras que desde un ángulo distinto de análisis aparece como punto primero de manifestación de cambios de época que lo hacen pasible a alteraciones profundas en sus rasgos fundamentales y por supuesto en su razón de ser .No quedan mayores alternativas , en suma, para el estudioso que hacerse cargo que detrás de esta complejidad semántica hay en juego no sólo cuestiones teórico-conceptuales en torno a un determinado objeto de conocimiento sino fundamentalmente dilemas, forcejeos y tensiones que hacen a la dinámica de los grupos humanos que se diseminan en una determinada región cultural.

¿Qué alcances tiene en consecuencia tanta frondosidad significativa al momento de analizar la pertinencia o no de un enfoque regional en orden a los textos que a partir de esa "región" se generan ? ¿Constituye el marco teórico adecuado para plantear un estado reflexivo a través del cual se perfilan y definen complejas relaciones en orden a identidades, tensiones conflictivas con el espacio y obviamente a variantes respecto a modos de habitar ("pisar") el suelo? ¿De qué modo, superar viejos clichés y abordar la complejidad del espacio regional a partir tanto de la pluralidad de singularidades paisajísticas, étnicas y culturales que lo constituyen como de las propias contradicciones que subyacen en la semántica profunda del término? Y si avanzamos sobre uno de los propósitos centrales de este trabajo ¿ qué criterio aplicar en aquellos casos en que ese espacio experimenta (como se verá más adelante) el impacto producido por una naturaleza desbordada que coloca a los seres ante la sensación de total descentramiento material y simbólico?



2- En torno a dudas y cuestionamientos

Respecto a estos interrogantes las sugestivas imágenes ideas que han comenzado a poblar los discursos críticos son ampliamente demostrativas de que la relación región-literatura requiere de parámetros de análisis más complejos que los comprendidos en el principio conductista reflejo marcado por el viejo regionalismo. Desde zona vital que reconstruye incesantemente las redes rotas(5) a espacio de producción con sus propias articulaciones históricas y sociales(6),desde centro construido dinámicamente que elabora mecanismos de adaptación y fagocitación(7) a espacialidad en constante evolución(8) hay elementos de sobra no sólo para pensar nuevas posibilidades de estudio de la región como hecho vivo y dinámico sino a los fines de evitar -en orden a la escritura- esquemas conceptuales previos que lleven a considerarla como( ...) dato de (...) realidad independiente de un sujeto que la imagine(9). Avances importantes que hacen tanto a la intención de sintetizar el complicado, sinuoso y hasta ilusorio modo en que los sujetos individuales y sociales, interaccionan (en lo físico y lo simbólico) con el espacio como a los modos en que estos factores se manifiestan y revitalizan en el tejido textual. Pero queda aún en lo que hace a este trabajo dar un paso más: ¿cómo se zanja en definitiva el dilema de encontrar un "escenario" donde se concentra y adquiere sentido (vitalmente hablando) la interrelación entre región y cultura? ¿Cuál sería el punto de enclave que permitiría superar no sólo los aspectos esclerosados del viejo regionalismo sino también la recuperación, sin idealismos ni naturalizaciones, del ámbito cotidiano atravesado por movilidades y conflictos como los mencionados anteriormente? .Podría manifestarse a través de algunas de las categorías aludidas al comienzo (territorio, zona, comarca etc) pero si privilegiamos la idea de "centro dinámico" o "espacio vivo" (y por ende puesto en historia) aportado por el enfoque geocultural, el tópico basal ha de ser sin dudas el suelo /lugar(10)" .Por su carga de energía cultural, su potencialidad simbólica y sobre todo por constituir un auténtico nudo de cohesión donde se entrelazan, tensionan y hasta repelen las distintas posibilidades vitales de cualquier comunidad. En definitiva, así como la región en cuanto nudo organizador de "elementos físicos y humanos" constituye condición necesaria para el estado mental indispensable en la configuración de la identidad compartida, es a través de las nociones de suelo lugar donde los integrantes de una comunidad van encontrando de manera directa y concreta los sentidos de su existencia. Tanto en lo que hace a la "apropiación" material e imaginativa del espacio como a los modos de resolver los conflictos prácticos y simbólicos, físicos y metafísicos que de esta relación se desprenden.



SEGUNDO MOMENTO


Entre la fugacidad y la permanencia


1-" En el espejo del agua estaba escrito mi destino" (Libertad Demitrópulos)(11)

El problema adquiere connotación particular en este "regreso teórico" al criterio regional, cuando través del suelo/ lugar se avanza hacia el plano de la escritura y se intenta desde una perspectiva diacrónica el abordaje de diversidad de textos cuyo eje temático gira en torno al destino fluvial tantas veces plasmado en poemas, cuentos y relatos clásicos en la cultura literaria de la región. Extenso y matizado trayecto que en este caso comprende tanto a los creadores del realismo costumbrista como a lo que se ha dado en llamar escritura de la intemperie, pasa por formas variadas de representación del espacio en autores fundamentales (el fatalismo esencial en muchos de los cuentos de Diego Oxley o la hondura telúrica en los poemas de Julio Migno; la impronta mítica en la "saga fluvial" de José Luis Víttori o la casi obsesiva propensión a exasperar posibilidades de la realidad paisajística en Juan José Saer) y culmina, como anunciaba al comienzo, en los textos de la última inundación. Imposible por tanto desligar estos últimos de lo que llamaría "discurso fluyente" que va poniendo de manifiesto en cada uno de los hitos de escritura señalados no sólo la vulnerabilidad hídrica que singulariza la región geocultural, sino también la forma con que los cambios epistémicos, históricos e ideológicos constituyen factores importantes en las maneras de plasmarlo e interpretarlo. Desde esta perspectiva comienza a tomar cuerpo el enunciado problemático del comienzo, vinculado sobre todo al "concierto de múltiples voces" encarado a través de una lectura regional en clave posmoderna capaz de poner de manifiesto tensiones que conmueven en lo profundo una sociedad cuyo ethos lejos de estar conformado en base a patrones homogéneos tiende a la fragmentación y a la heterogeneidad.

Qué trae de novedoso ese lenguaje posinundación? ¿Es tan notable su magnitud como para que se comience pensar (habida cuenta el advenimiento de instancias discursivas inéditas), que estamos ante la posibilidad del nacimiento de una nueva poética?¿De qué modo inscribirlo en la rica tradición lírica y sobre todo narrativa surgida de una realidad geocultural regida por el "signo del agua" y por ende sujeta a desbordes de índole diversa que -como decía anteriormente - colocan a los seres en los límites del caos y la incertidumbre? ¿Cuáles son finalmente los puntos de contacto y las diferencias entre las manifestaciones discursivas generadas en torno al sistema fluvial y estos textos fragmentarios, polifónicos y en gran medida muchos de ellos distanciados de criterios que convencionalmente marcaron la escritura literaria?

Vuelvo al tiempo de la palabra, el lenguaje de la inundación que abre las puertas a otros mundos de palabras señalados en el epígrafe y rescato al protagonista de estas historias, el damnificado perpetuo que adquiere forma concreta en la figura del inundado. Ese tiempo tiene un antecedente: otro tiempo, con otras inundaciones , otros inundados y sobre todo otros modos de ser encarados desde el lenguaje. Para una mejor comprensión voy a proponer un breve ejercicio imaginativo a partir de algunos textos regionales canónicos marcados como veremos enseguida por la impronta hegemónica y congregante de la "modernidad periférica" que singularizó en gran medida a la literatura del interior. Textos conformados asimismo desde una impronta ideológica para la cual la inundación forma parte inescindible de un ordenamiento al que podríamos calificar de natural y como consecuencia propenso a formas de representación de realidad más cerca de la cristalización cultural que de la tendencia a expresar el fenómeno en toda su dinámica complejidad histórica, política, social y paisajística (en especial si se atiende al hecho de que estamos hablando de un grupo humano fatalmente destinado a la condición de ser inundado y por tanto sometido a leyes precisamente "naturales").

Tomemos de tal forma a tres personajes típicos de la narrativa fluvial (tan típicos que hasta podría aplicarse en ellos el conocido esquema de Luckas,"personaje típico en situaciones típicas críticamente analizado") ¿Sería posible imaginar a Dolorcito Gaitán(12) "contando sus apreciaciones personales acerca de la llegada del agua, la vida en los vagones (dispuestos para refugio de los afectados), los ecos de la inesperada travesía por el norte argentino o el regreso a la espera de una nueva inundación? ¿Qué diría don Juan(13) "si le tocase dar cuenta de su desazón frente a la creciente imparable que le fue arrebatando casi todo menos las ganas de vivir? ¿Cómo se las arreglaría el viejo Marsó(13) "para relatar todos los sentimientos y sensaciones que seguramente le habrán emergido durante el mes y medio de crecida sin pausa que debió soportar con inquebrantable ética en su plataforma de varas a más de dos metros del suelo?. No se trata de preguntas capciosas ni de interpelaciones pedagógicamente pensadas para potenciar, dado el caso, la creatividad de jóvenes integrantes de un taller literario. Sólo un breve ejercicio de "imaginación comparativa" a los fines de plantear similitudes y diferencias acerca de las maneras en que fueron configuradas desde el punto de vista de la enunciación .atmósferas, situaciones, conflictos relacionados con el espacio inundado. Me refiero en este caso al insalvable distanciamiento ideológico entre voz autoral y dinámica discursiva de los personajes: allí radica la casi insalvable paradoja que se nos pone claramente en evidencia a esta altura de los estudios culturales, en gran medida a partir de la propuesta mutante y desestabilizadora de movimientos del pensamiento empecinados, como decía al comienzo, en desenmascarar lo obvio y a sospechar de lo seguro. La tendencia. tantas veces puesta de manifiesto por los mismos creadores a "interpretar" modos de ser y de sentir, estructuras de pensamiento y vivencias de realidad con tal pasión y convencimiento que lograron superponer su ethos al de los pretendidamente representados. En efecto, bajo el influjo de una conciencia letrada fuerte el narrador impone su autoridad al invadir el territorio ficcional superponiendo su propia voz sobre el discurso del "otro" sin otorgarle, se podría decir, oportunidad de expresarse. Si retomamos los personajes de los textos citados anteriormente veremos que ni Dolorcito , ni don Juan y menos el viejo Marsó son "dueños" de su discurso (como sabemos el ejercicio de un discurso propio constituye no sólo condición sine qua non de autonomía personal sino también de una intransferible condición de sujeto cultural). Desde esta lógica por más temperatura emocional y más afecto que haya puesto el escritor en la construcción de sus creaturas, y por más cuidadoso que haya sido para ubicarlo en armonía existencial con su hábitat, el inundado "clásico" continúa siendo visto desde la perspectiva del otro, el diferente, el que calla, y si ajustamos más los términos, el que cedió su voz (o aquel al que le ha sido usurpada la voz). Heredera por tanto en lo que hace a su cosmovisión, del sujeto omnisciente y totalizador de la modernidad (eje privilegiado del conocimiento, la verdad y el ser, diría Chambers(14)) y más allá de cualquier impugnación en orden a lo estético que pueda hacérsele, no puede ser considerada sino como emergente de toda una concepción epistémica, lingüística y cultural que marcó visiones de mundo, signó interpretaciones de realidad y por supuesto dio lugar a modos particulares de lectura. Universo creativo, en suma, basado en una concepción espacio establecida a priori y por tanto "necesitada" de identidades fijas, paisajes cuidadosamente delineados y actores socioculturales típicos a la medida de las exigencias del viejo realismo"(15).



2-. El sonido y la furia, en torno al suelo agredido

Aquel destino fluvial que durante tanto tiempo fuese (a través de la relación hombre-río) un leitmotiv de vastas significaciones"(16) retorna en los aludidos textos pos inundación de 2003 a través de miradas enunciativas, rasgos de discurso, modos de construir imaginarios y sobre todo matrices de concepción estético-verbal distantes y al mismo tiempo análogas a las plasmadas por autores representativos de la literatura lugareña. Sobre todo si se presta atención a un hecho clave: la invasión de las aguas del Salado lejos de limitarse al ámbito de las "orillas", interesó una vasta franja del espacio urbano y ello como es de suponer trae derivaciones económicas , políticas y simbólicas imposible de soslayar. Implica en todo caso , la consecuencia de un proceso sociocultural cuyas instancias profundas es importante tener en cuenta si se pretende tomar conciencia tanto de la complejidad e incluso las paradojas que en su dinámica este fenómeno pone de manifiesto, como de las implicancias "regionales" que el mismo conlleva.

Tomemos para ello en primer lugar las connotaciones simbólicas:el territorio vivido, la población frecuentada de la cual absorbemos infinidad de elementos al decir de Víttori, el centro de apoyo espiritual y material de Kusch , los nudos fundamentales del espacio social de Soja o simplemente el suelo - casa , han sido vulnerados, invadidos, sumergidos en el caos"(17). No es de extrañar pues que este avasallamiento al núcleo mismo de relaciones de las personas con el ámbito se haya manifestado (tal como el río penetró las casas) a través de la irrupción de textualidades vale la pena repetirlo, a menudo ajenas al concepto convencional de escritura literaria y por tanto merecedoras de ser leídos con ojos diferentes. Necesidad de contar (Contar la inundación)(18) se titula uno de los volúmenes aparecidos estos meses) que entraña nuevos modos de pensar y ver el mundo emergentes de un acontecimiento cuyo sujeto protagonista requiere ser considerado en dimensión de análisis que comprende y al mismo tiempo supera la mera instancia individual para proyectarse a un solo sujeto colectivo sin distinciones de clase, grados de escolarización, expectativas vitales o mayor o menor capacidad para configurar metáforas. En estos rasgos podrían encontrarse indicios para pensar el advenimiento de pautas que sin llegar a configurar una nueva poética como sugería poco antes, implican sin dudas avances en la instauración de posibilidades discursivas diferentes suscitadas por la invariablemente conflictiva relación del ser humano con el espacio.

3- De relatos, relatores y relatados

Por tratarse precisamente de un hecho colectivo, la impronta personal (otrora configurada, como veíamos en la omnipresente voz autorial dueña y señora de mentalidades y discursos) es reemplazada por una perspectiva diferente , polifónica a la que vengo llamando concierto de múltiples voces. Voces manifestadas en espectro de inusitada amplitud que va desde expresiones poéticas en la más canónica de las acepciones, a catárquicas crónicas de vivencias imborrables, desde páginas escritas con riguroso criticismo (no exento, a veces, de mordacidad punzante) a transcripción de relatos orales de variada intensidad significativa. En estos últimos se entremezclan episodios narrados mediante una meticulosa y obsesiva precisión con experiencias interiores de alto voltaje emotivo, pasajes de oscuridad y caos con vivencias de extrema luminosidad, reflexiones en torno al sentido de la vida y de la muerte con escenas a menudo tragicómicas plasmadas a través de recursos provenientes de la más genuina cultura popular. Todo es válido, por tanto en la conformación de este nuevo discurso de la inundación ostensiblemente provisorio y al mismo tiempo marcado por el sello de lo irreversible, sujeto a intransferibles vicisitudes individuales y simultáneamente caja de resonancia de una tragedia compartida.

No hay en consecuencia, para el tratamiento del problema una sola vía de entrada y cualquiera de las posibles sería igualmente válida aunque resulte prioritario, empero, volver a lo señalado en el apartado anterior. Con la irrupción de nuevos sujetos actuantes (en la teoría y en la vida) podrán establecerse inéditas instancias en la que el discurso del agua constituye un reflejo vívido y descarnado de algunos de los conflictos básicos de la sociedad. En este caso un fenómeno verbal que admite ser estudiado como testimonio de la lenta retirada de los relatos - mitos de la modernidad (fe en el progreso, creencia en las instituciones, ideologías devenidas en verdades absolutas) sustituidos a su vez por la morosa llegada de "otros" relatos que no sólo decretan la muerte (?) de sus predecesores sino que proponen interpretaciones de realidad más situadas, más históricas y por tanto menos sujetas a las marcas "típicas" que constituían la razón y el sentido del discurso regional clásico. Es decir una dimensión expresiva difícil de captar en toda su magnitud si no se la inserta -tal como se ha visto-, en el marco de inéditas formas de articulación colectiva, de transformaciones económicas que llevaron hasta el paroxismo la exclusión social o incluso de ruptura de tácitos pactos que servían de soldadura a las aspiraciones comunitarias.



A modo de conclusión:

"¿Y si un día los precarios reales tomaran la palabra"?
(José María Pasquín Durán)

¿Cuáles son en definitiva las puertas que la inundación abre? ¿De qué modo llevar adelante planteos -como el que formula Domingo Ighina(19)- de una nueva conciencia de espacio y cultura que dé cuenta de las contradicciones de las prácticas culturales que ocupan el territorio? No se trata en este caso de releer con otros ojos textos conocidos, sino que es en esa misma novedad contenida en esos textos la que suscita otras miradas a través de las cuales nos podemos encontrar sentido a otras interpretaciones menos convencionales como aquella de la palabra que construye regiones(Káliman) o regiones que sólo podrán encontrarse en los textos concretos a partir de (...) un sujeto que se enuncia y la mediatización de mundo que diseña"(20). No se trata tampoco, como todos sabemos de una postura estrictamente intelectual en el sentido más académico y vaciado del término: hay detrás opciones ideológicas, necesidad de ver la realidad como decía recién con otros ojos, de tomar, en última instancia decisiones incluso en orden a lo político. Más allá de que tenga cabida por supuesto una discusión seria sobre pertinencias, alcances y perspectivas de la palabra literaria y todas las connotaciones estéticas del caso.

El discurso del suelo invadido pareciera decirnos que la categoría de región sólo puede empezar a construirse desde estudios basados en la experiencia situada y con el análisis de textos concretos con sus rasgos particularizados en lo que hace al tratamiento del espacio y a la vivencia del tiempo. Pero también nos habla, siguiendo la idea anterior, de la importancia del sujeto que enuncia y la mediatización del mundo que diseña (en este caso siempre sirve volver las diferencias planteadas tanto entre sujetos inundados de épocas distantes entre sí con sus respectivas nociones de mundo) .

Precisamente esta relectura del discurso regional basada en estos textos testimoniales no puede prescindir del sujeto enunciante y "denunciante" con toda la fuerza pragmática (y por supuesto la consiguiente carga energética) que conlleva el hecho el poner en consideración en la mayoría de los casos experiencias vitales padecidas. Sobre todo si se tiene en cuenta un hecho de impredecibles consecuencias como es el que hayan emergido con inusitada fuerza voces condenadas al silencio desde siempre, las eternas insonoras que han empezado a hacerse oír como sujetos de una historia que invariablemente venía siendo escrita por otros .



Notas:

1- Me refiero a la necesidad (como se verá posteriormente ) de tener en cuenta la real dimensión de los cambios operados en la comprensión y estudio de categorías tales como cultura, , identidad, región y por supuesto el conjunto de obras que a partir de esta última se fue generando a lo largo de muchas décadas.

2- Hago mía la propuesta del grupo de estudio encabezado por Jorge Torres Roggero de revitalizar la idea kuscheana de geocultura en tanto "unidades estructurales que apelmazan lo geográfico y lo cultural constituyendo una unidad difícil de penetrar ".(Kusch Rodolfo :"Indagación del pensar americano a partir del discurso popular" , Megafón Nro. 4, Buenos Aires, 1976.

3- Resultaría incompleto el abordaje a los textos señalados si no lo insertamos en el marco de discusión estética, epistémica e ideológica instaurada en torno al canon literario y a los esfuerzos de ciertos sectores académicos por mantenerlo clausurado a posibilidades más amplias de comprensión. En este sentido expresiones como "descentrar el canon" o la correspondiente a Walter Mignolo "del canon al corpus" (mencionados por Ighina, Domingo en "A nuevo país, nuevo clima", Silabario Nro.7 ,Córdoba, 2004) constituyen estímulo pensar en nuevas posibilidades interpretativas.

4- Santos, Milton: De la totalidad al lugar , Oikos- Tau, Barcelona, 1996.

5- Víttori, José L.: Literatura y Región, Colmegna, Santa Fe. 1986.

6- Torres Roggerp, Jorge: Elogio del Pensamiento Plebeyo , Silabario, Córdoba ,2003.

7- Palermo Zulma , cita de Pablo Heredia en "Existen las regiones culturales. Introducción, crítica y proyecciones de los estudios geoculturales" , Silabario Nrp.7 , Córdoba, 2004).

8- Heredia, Pablo: op.cit.

9- Soja, Edward. S.: La espacialidad dela vida social : hacia una reteorización transformativa (cap..6: Derek Gregory y Jhon Urriy, editors. Relaciones Sociales y Estructura Espacial,Londres Macmillan ,1985) incluido en Procesos sociales y organización del espacio selección bibliográfica para la Carrera de Especialización en Problemáticas Sociales de la Geografía, Universidad Nacional del Litoral, 1999.

10- Káliman Ricardo: "La palabra que produce regiones". Cuaderno de Cultura, Banco Credicoop, Salta ,1993.

11- Sentido que he intentado darle en otro trabajo ("Regionalismo e identidades en tiempo de complejidades" Silabario Nro. 6,Córdoba ,2003). Más allá de que podría objetarse la asimilación de suelo y lugar en una sola entidad, (,dada la diferente proveniencia teórica de ambos) los fines de este trabajo pienso que lo importante es considerarlos como parte constitutiva de un campo semántico indicador de núcleos de pertenencia que incluye otras nociones : como base, fondo, tierra en que se vive y como extensión lugar, tierra, domicilio, e incluso pago.

12- Río de las Congojas , Sudamericana, Buenos Aires, 1981.

13- Correa, Miguel Angel (Mateo Booz) : "Los inundados" en Santa Fe, mi país, EUDEBA, Bs.As. ,1966.

14- Gudiño Krámer Luis : "La creciente" en Aquerenciada soledad , CEAL (libros de las provincias) Bs.As., 1967.

15- Mandón, Hugo: "Parecido aNoé" De la isla triste , Biblioteca ConstancioVigil, Rosario, 1968.

16- Chambers, Iain: Migración , Cultura e Identidad , Amorrortu, Bs.As., 1995.

17- El tipicismo tan profundamente conectado a la idea anterior, operaría en esta versión regionalista a la manera de arma de doble filo que por un lado apunta a fortalecer la noción de identidad y por otro la cristaliza en un ser y un estar perpetuos. Desde la perspectiva que venimos tratando el inundado "típico" cíclicamente "condenado" a serlo es sustituido por lo que llamaría inundado "en situación".

18- En un añejo trabajo precisamente titulado "El encuentro hombre-río en nuestra literatura" (1984) aludía a tres dimensiones de lo fluvial presentes en diferentes obras: probador ,destructor y rector ( Incluido en Literatura, creación situada, Ediciones Sudamérica, Santa Fe, 1992. La predominante (como habrá de verse más adelante) en los textos producidos a raíz de la "emergencia hídrica" de 2003 en Santa Fe es sin dudas la responsable en destruir no sólo propiedades y bienes materiales sino objetos de inapreciable valor simbólico.

19- En principio es necesario partir de un hecho clave: la invasión de las aguas del Salado lejos de limitarse al ámbito de las "orillas", interesó una vasta franja del espacio urbano con todas las implicancias socioculturales y políticas presumibles en estos casos.

20- Hechim, María A., Falchini, Adriana (compiladoras), Universidad Nacional del Litoral, 2005.

21- Ighina, Domingo: "A nuevo país, nuevo clima" , Silabario, Nro.7 Córdoba, 2004.

22- Palermo, Zulma: "Historiografía, Literatura, Región" Silabario, Nro. 1 , Córdoba 1998.



Bibliografía:

- Heredia, Edmundo: Espacios regionales y etnicidad, . Alción, Córdoba, 2000

- Heredia , Pablo: "¿Existen las regiones culturales?, Silabario , Nro. 7, Córdoba 2004

- Ighina,Domingo "A nuevo país, nuevo clima" , Silabario, , Nro. 7, Córdoba , 2004

- Kaliman, Ricardo: "La palabra que produce regiones", Cuaderno de Cultura, Departamento de Cultura-Banco Credicoop, Salta, 1993

- Kusch, Rodolfo: Geocultura del Hombre Americano, García Cambeiro, Bs. As. 1976

- Palermo, Zulma: "Historia , Literatura, Región", Silabario , Año I, Nro. I, Córdoba, 1998

- Palermo, Zulma: "Los estudios regionales, un debate necesario", Ponencia presentada en el Congreso de Literatura Argentina, 2005

- Santos, Milton: De la totalidad al lugar , Oikos-Tau, Barcelona , 1996

- Soja,Edward :La espacialidad de la vida social, Structures Londres, 1985 (incluido en "Procesos Sociales y Organización del Espacio" , Carrera de Especialización en Problemáticas Sociales de la Geografía, Universidad del Litoral, 1999

- Torres Roggero, Jorge: Elogio del Pensamiento Plebeyo, Silabario, Córdoba, 2002

- Víttori, José Luis: Literatura y Región, Colmegna, Santa Fe, 1986



TEXTOS DE LA INUNDACIÓN UTILIZADOS

- Benito, Pablo, Moreno, Claudia, Moro, Luis :Investigación periodística - compilación : 29 de abril de 2003 Inundación en Santa Fe Roll Press (con la colaboración de empresas afectadas) Santa Fe, 2005

- Correa, Miguel Angel (Mateo Booz) Santa Fe, mi país, EUDEBA, Bs.As. , 1966

- Guiño Krámer, Luis: Aquerenciada Soledad. CEAL, Bs.As. 1967

- Falchini, Adriana , Hechim María Angélica (coordinadoras) Contar la inundación, UNL, Santa Fe, 2005

- Malatesta, Roberto: Por encima de los techos, Leviatán , Buenos Aires, 2005-

- Mandón, Hugo: De la isla triste, Constancio Vigil, Rosario, 1968

- Vallejos , Celina : Raíces en el agua UNL, Santa Fe . 2004

- Velázquez Angélica: Las aguas turbias , Edición personal, Belgrano, Santa Fe , 2004

- VVAA : Memorias y Olvidos de la gente del Oeste, Lux Santa Fe, 2005


Otras Publicaciones:

- Arca del Sur, Santa Fe, 2003

- Agú Oscar: "Desde la aguada"

- Di Bernardo Alfredo: "El precio de la normalidad"

- Escritos de: Carlos Antognazzi, Horacio Rossi Berta Carou, Alejandro Alvarez

- Arca del Sur, Santa Fe, 2005

- Guerrero, Mirna: "Si te atraviesa un río"


BREVE SELECCIÓN

a) Textos escritos:

- "¿Qué hacemos? ¿Juntarnos? ¿reconstruir? ¿volver? ¿no volver? (Celina Vallejos)

- "Regresar llenos de ilusiones , y encontrarnos con la desolación total de nuestras casas fue como despertarse de una pesadilla y encontrarse totalmente desnudo (Angélica Velásquez)

- "Le pregunté si bajaba el río /Sí me contestó uno , mi casa/ es aquella., una más allá de la esquina,/hoy se ve un poco más que ayer (...) Una casa bajo el río no es una casa / pero aquel hombre de fe dijo firmemente: sí, baja, mi casa (Roberto Malatesta, )

- "Estuve ayudando sin saber a quién ¿Importaba acaso? Era yo en cada rostro, en cada mano, en cada mirada. Era yo transmutado recorriendo sin rumbo otra ciudad, no mi ciudad. Era otra ciudad , era otro yo. Era el yo de la ciudad aturdido... (Agú)

- "Cerrar los Ojos no alcanza / abrir los ojos no alcanza/ leer/ llorar/ abrazarnos//buscando refugio/ vamos tejiendo/ una ciudad de agua./Tibia (Mirna Guerrero)

- "Advierto que no tengo tinta ni papel /el río crece. Para mí y para mi perro lo único seguro es el techo de la casa/ Quiero gritar , pero mi grito es tinta/ y no tengo papel donde derramarlo" (Roberto Malatesta)


b) Textos basados en la transcripción de relatos orales:

- "Por qué no juntamos las cosas y nos fuimos. Me torturé aproximadamente tres meses con eso" Silvana

- "No era un mal sueño ,era la realidad, era el agua que se había adueñado del barrio, de las cosas, de los muebles, de nuestra vida. Walter Romero

- "(...) al mediodía pasó una canoa y nos / quería llevar. No - les dije- /yo me quedo/ de acá no me muevo./Ni muerto me van a sacar /del techo de mi casa.../no me van a sacar" (Miguel, barrio Roma).

- "A nadie le deseo ver salir la biblioteca de la casa, como yo la vi salir .Porque (...) son años de libros dedicados (...) gente que te regaló un libro, libros que vos compraste y a partir de los cuales se te abrió la cabeza. (...) y que caigan en el fango, es una cosa que no le deseo a nadie" (Juan C. Rodríguez F, Barranquitas).

- "Dicen que a Reutemann lo cagaron a tiros cuando pasaba en el helicóptero. Avisaron en la radio que estaban pasando y lo cagaron a tiros. Y a los de Crónica a ladrillazos. Cuando empezó todo allá en Iturraspe, vinieron los de TN y estaba toda la gente levantando una barricada de arena. El agua les pasaba por encima, era cualquiera. Estaban desesperados los tipos tratando de tapar y tapar. Y le dice el periodista: ¿"Señor acá dónde está el río?", preguntando cómo llegar. "Querido acá está el río", le preguntó uno y siguió poniendo bolsas de arena. (Romina)

- "A las 9 de la noche , nos subimos a la canoa, éramos veintidós y por enfente a la cancha de Colón se golpeó contra un palo y se rompió. Me desesperé porque mi hijo Elvio de cinco años, gritaba ¡mamá, mamá! Y se lo llevaba la corriente. A mi bebé lo tenía una señora. Se lo pedí y como me tragaba el agua para dentro e la cancha yo lo solté, y estaba vivo cuando lo solté. Lloraba y todo. Lo único que pedía en ese momento era que salvaran a mis hijos porque yo me estaba ahogando...( Vanesa Fernández , mamá de tres hijos. El más chiquito, Uriel de l2 días, fue arrastrado por la corriente. Cuatro días después del caos, encontraron su cuerpito sin vida.)

- "Solos no podemos hacer nada. O hacemos en conjunto o te quedás con esta bronca de agachar la cabeza y dejar que las cosas sigan sucediendo. Algunos me dicen ¿para qué te complicás la vida, vos cobrás , tu señora trabaja, tenés chicos, estás ... bien . Pero todo no pasa por ahí. Si bien yo me perdí cosas de mucho valor acá, esto tampoco pasa por ahí. Pasa por despertar y ver cosas que antes, para mi visión...estaban ocultas (Adriana)



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