vasija cerrada


CAPÍTULO IV
El Hijo de Dios hecho hombre, Siervo sufriente.
César I. Actis Brú

Cerramos el capítulo anterior diciendo que Mons. Zazpe había tocado el Misterio, y que lo había hecho como María, una de las hermanas de Lázaro de Betania, derramando nardo puro sobre los pies de Jesús de Nazareth y enjugándolos con sus cabellos, es decir tocando, acariciando a Cristo.

"Cristo -me confió monseñor durante un viaje- me sedujo de tal manera que ya no pude ver el mundo como antes. Yo estaba en la facultad cuando pasó".

Así para monseñor Zazpe toda la realidad, in-cluida "su realidad personal", se le presentaba "sub especiae Christi".

El lema de su escudo episcopal rezaba -nunca mejor dicho- "Christus rex".

Colgado en el dintel, sobre la puerta principal del Palacio Arzobispal de Santa Fe, estas dos palabras proclamaban a todos no solamente la realeza de Cristo, sino también que Vicente Zazpe, el hijo de Miguel y de Rosario, había sido alcanzado por el misterio y lo había "tocado".

Porque susurrado, rezado, gritado, a veinte metros de la "Plaza 25 de Mayo" de Santa Fe, sobre la cual convergían (convergen) el Palacio de los tribunales, la Casa Gris, sede del Poder Ejecutivo, la Catedral Metropolitana y el Colegio de la Inmaculada Concepción de los sufridos hijos de Loyola, ese "Cristus Rex" proclamado por Mons. Zazpe era el "Rex Iudeorum" en el patíbulo, "Siervo Sufriente de Yahveh" (46), ese Jesús al cual un extranjero reconoció "verdaderamente" Hijo de Dios.

"Ese Jesús" colgado en la cruz, es el que había caminado sobre las aguas del "iam kineret" y las había calmado también en la tormenta; el que había multiplicado los panes y había enviado a "legión" a la piara de Gerasa; el que había resucitado a la hija de Jairo, al joven de Naím y a su amigo Lázaro cuando ya "olía mal".

Ese es el "Cristus Rex" que confesó en su vida don Vicente Zazpe, el que viniendo en su Gloria de Hijo de Hombre (47) nos advierte en Mateo (48), que lo hecho a aquellos hombres considerados los menores y más desgraciados le es hecho a Él.

De la fe en ese Cristo Rey surgía su valor -humanamente incomprensible- denunciando las desapariciones, las torturas, los despidos, los despojos a los débiles, el abandono los enfermos, la usura de violencia para con los detenidos y los presos, el abuso de poder, las marginaciones de todo tipo.

Un Cristo Rey que no comparte su reino con los egoístas, opulentos, prepotentes, arrogantes y satisfechos.

Un Cristo Rey que no convalida las hipocresías en la Iglesia ni "adintra" ni "ad-extra", para quien el fin no justifica los medios, ni existen "mentiras piadosas", ni males menores".

Un Cristo Rey, a cuya semejanza don Vicente quiso vivir radicalmente, quiero decir "desde la raíz".

Y la vivió no sólo en la adhesión de las muchedumbres y las gentes a las cuales veía "como ovejas sin pastor" y "les enseñaba largamente" sino en la persecución, en la calumnia, en la traición y en el "veritas odium parit" (49) que generaban sus palabras proclamando el Evangelio sin acomodarlo a las conveniencias de los poderosos.

Algunas expresiones suyas sobre la naturaleza de ese rey, de su reino y de su sufrimiento son suficientemente significativas.

Reino / Reinado

"El misterio de la Redención puede definirse desde las perspectivas del pecado, pero conviene hacerlo desde la óptica del amor como lo hace Santo Tomás de Aquino y lo recuerda el Papa en la carta: "Y nosotros sacerdotes, ministros de la Eucaristía, nos encontramos particularmente próximos a este Amor redentor que el Hijo Unigénito trajo al mundo".

"Debemos reconocer que junto con la Eucaristía, el misterio de aquel Amor redentor se encuentra, en cierto modo en nuestras manos, vuelve cada día a nuestros labios y está inscripto en nuestra vocación y en nuestro ministerio".

"La carta del Papa prolonga la reflexión sobre el misterio de Redención, diciendo que la Redención permanece unida al perdón de la manera más estricta". (50)

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"Deben apacentar al pueblo, predicar al pueblo, santificar al pueblo deben animarlo evangélicamente y dinamizarlo misioneramente testimoniando los valores del reino, a través de las transparencias de sus vidas sacerdotales." (51)

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"El propietario cristiano no puede proceder de cualquier manera en esta materia. De lo contrario, gravará su conciencia ante Dios como lo enseña el Evangelio de San Mateo: al rechazar del Reino a los que no tienen en cuenta al pobre, al desnudo y al hambriento y en nuestro caso, a los inquilinos que no podrán abonar sumas desconsideradas y al margen, de toda humana posibilidad". (52)

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"La paz en el proyecto divino involucra a toda la humanidad y constituye una de las notas del Reino, inseparable de las otras notas esenciales, el amor, la libertad, la justicia y la santidad". (53)

Por eso, también Jesús pensó en Uds. de una manera significativa: "Dejad que los niños vengan a Mí, porque de ellos es el Reino de los cielos. No los apartéis, no los estorbéis". (54)

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"Tampoco importa que no lleguen a ser la mayoría masiva de la nación, porque Dios construye el Reino con fermento, sal y luz." (55)

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"Bienaventurada la juventud que busca primero el Reino de Dios y lo demás lo considera añadidura".

"Felices Uds., los jóvenes con alma de pobres, porque de Uds. es el Reino de los Cielos." (56)

"Más fácil es que pase un camello por el ojo de una aguja, que entre un rico en el Reino de Dios".

"Ni los adúlteros, ni los fornicarios entrarán en el Reino de los Cielos". (57)

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"El respeto incondicional y efectivo de los derechos imprescriptibles e inalienables, es la condición "sine qua non" para que la paz reine en una sociedad". (58)

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"Después del Año Santo, seguirá la injusticia, el egoísmo y la opresión, pero esperamos que reine más claramente la justicia, la caridad y la libertad."

"Después del Año Santo, seguirán los tractores en nuestros campos, los torinos y los chevy; continuará la perocupación financiera, bancaria e industrial, pero la predilección será la búsqueda del Reino y no el deseo primario de la añadidura." (59)

Sufrimiento

"El sufrimiento cubre inmensos sectores de la vida contemporánea y quizás sea una de las épocas más dolorosas de la historia, pero el dolor no convierte, ni purifica más bien irrita y rebela."

"Los bautizados nos alegramos con las mismas alegrías de los que no tienen Fe; sufrimos como ellos, pero lamentablemente por los mismos motivos que ellos; tenemos tan pocos hijos como ellos y los educamos como ellos. Nos parecemos en la vida y nos asemejamos en la muerte." (60)

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"Queremos, amar a Dios sobre todas las cosas, alabar su nombre santificar las fiestas, honrar a nuestros padres, respetar la vida engendrada y nacida, la juvenil y la senil, reordenar el sexo, conectándolo con la vida, practicar la justicia, ennoblecer el matrimonio y la familia, descubrir la felicidad de ser pobres de alma, limpios de corazón y misericordiosos, ver en el sufrimiento la visita del Señor y transformar allí el dolor en Cruz." (61)

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"En su milenario historia tan densa de tribulaciones la Iglesia experimentó siempre la verdad de la promesa del Señor: "YO ESTARÉ CON VOSOTROS HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS".

"Sufrió el asedio de cruciales dificultades internas y de fuera, muchas veces humanamente insuperables, pero supo afrontarlas desde una esperanza invulnerable a la duda, la desesperación o la capitulación". (62)

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"Esta ordenación sacerdotal, preludio de otras que seguirán, es una bendición para los ámbitos tan amplios del dolor, del sufrimiento y la pobreza. No faltarán sacerdotes en la cabecera de los moribundos, las cárceles, los asilos, los hospitales y los barrios periféricos". (63)

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"La paz como expresión de amor y de la justicia nos lleva no sólo a sufrir con los otros sino en lugar de los otros."

"El sufrimiento de los otros constituye nuestro propio sufrimiento." (64)

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"La catequesis debe preparar para el sufrimiento, la enfermedad, el éxito, la ancianidad y la muerte". (65)

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"¿Por qué esta decisión tan extraña a todo lo que sucede en el mundo?. Porque el mundo ha perdido la esperanza de cambiar el corazón de los hombres y ha pensado que los niños de hoy, pueden preparar un mundo nuevo, transformado, renovado; es decir, un mundo donde cada persona piense que los demás son hermanos; donde cada uno quiera compartir con los otros su pan, sus bienes materiales, sus alegrías, sus sufrimientos, sus esperanzas y su corazón; un mundo que no recurra a la bomba para imponer la opinión, ni a la guerra o al exterminio para lograr una victoria; un mundo donde la mentira, la prepotencia, la falsedad y el odio, dejen lugar a la verdad, a la justicia, al amor y a la misericordia". (66)

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"El año anterior para la Quinta Jornada Mundial, Pablo VI había establecido el tema: "SI QUIERES LA PAZ, TRABAJA POR LA JUSTICIA" y a ese trabajo por la justicia había convocado al mundo de la ciencia, del poder, de la técnica, del trabajo y del sufrimiento." (67)

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"A esta altura de la Iglesia, sufrimos la consecuencia de la crisis, moral y vocacional que siguió al Concilio Vaticano II y a la Nación Argentina misma." (68)

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"El Congreso Eucarístico de Lourdes expresará a la Iglesia actual en sus ansias de evangelizar al mundo contemporáneo; de proclamar la verdad de Cristo y la verdad del hombre, la verdad de Cristo Príncipe de la paz al hombre que se manifiesta en la violencia de Irlanda, España, El Líbano y El Salvador; la verdad de Cristo Maestro de la verdad que libera a los hombres que reclaman libertad en Polonia y Afganistán; de Cristo pobre y sufriente a los hombres exilados por la guerra, la política y el hambre, que deambulan su desarraigo por patrias que no son las suyas; la verdad de Cristo Señor de la historia a los hombres que manifiestan su angustia y su miedo ante una sociedad enloquecida y demencial." (69)

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"Los valores morales a que nos referimos son una realidad de carácter permanente, que afectan al comportamiento ético y a la percepción de la persona: el valor de la verdad, de la justicia, de la responsabilidad, de la conciencia moral como guía de la conducta, del servicio a los demás, de la solidaridad ante el sufrimiento ajeno, del sacrificio y especialmente el valor del misterio." (70)

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"El sacrificio redentor es revelación del pecado, de su enormidad y de su inmensidad".

"En él conocemos que somos responsables de la flagelación, de las bofetadas, de la coronación, de los clavos, de todos los sufrimientos y de la muerte del Redentor." (71)



Notas:

(46) ISAÍAS 52 Cuarto poema del Servidor del Señor

13 Sí mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande.

14 Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su apariencia no era más la de un ser humano,

15 así también él asombrará a muchas naciones, y ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán algo que nunca habían oído.

ISAÍAS 53

1 ¿Quién creyó lo que nosotros hemos oído y a quién se te reveló el brazo del Señor?

2 Él creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos.

3 Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada.

4 Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado.

5 Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados.

6 Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros.

7 Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca.

8 Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo.

9 Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca.

10 El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.

11 A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.

12 Por eso le daré una parte entre los grandes y repartirá el botín junto con los poderosos. Porque él expuso su vida a la muerte y fue contado entre los culpables, siendo así que llevaba el pecado de muchos e intercedía en favor de los culpables.

(47) Dan 7,13 y ss.

(48) Mt 25,31-46

(49) "La verdad engendra odio" (Terencio).

(50) Ocasión: - 30.03.1983 Homilía de la Misa Crismal.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1983 - Págs. 57 a 60.

(51) Ocasión: 23.03.1978 - Homilía de la Misa Crismal celebrada en la Catedral Metropolitana.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Junio 1978 - Págs. 27 a 29.

(52) Ocasión: 02.06.1978 Comunicado con motivo de la sanción de la nueva ley de alquileres.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Junio 1978 - Pág. 13.

(53) Ocasión: 01.01.1979 Mensaje en la Homilía de la Misa de la Jor-nada Mundial por la Paz.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1979 - Págs. 25 a 27.

(54) Ocasión: 14.10.1979 Homilía en la Misa celebrada frente a la Legislatura con motivo del Año Internacional del Niño.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1979 - Págs. 38 a 40.

(55) Homilía de la Misa de Clausura de la Procesión vespertina en el santuario de la Virgen de Guadalupe (Domingo 3° de Pascua).
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1980 - Págs. 35 a 37.

(56) Ocasión: 10.10.1980 Mensaje dirigido a la juventud argentina en el Congreso Mariano Nacional de Mendoza.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1980 - Págs. 41 a 45.

(57) Ocasión: Marzo de 1981 - Carta Pastoral de Cuaresma del Sr. Arzobispo a los fieles de la Arquidiócesis.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1981 - Págs. 03 a 07.

(58) Ocasión: 01.01.1982 Homilía pronunciada durante la Misa de la Jornada Mundial de la Paz.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1982 - Págs. 33 a 34.

(60) Ocasión: --.06.1983 Homilía al concluir la procesión de Corpus Christi.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1983 - Págs. 67 a 70.

(61) Ocasión: 03.07.1977 Clausura de la Misión Popular en las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé. Homilía pronunciada en la Misa.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1977 - Págs. 35 - 36.

(62) Ocasión: 09.04.1978 Clausura de la Procesión vespertina en el santuario de la Virgen de Guadalupe.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Junio 1978 - Págs. 30 a 32.

(63) Ocasión: Martes 03 de Octubre 1978. Misa. Homilía. Fallecimiento de Juan Pablo I.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Julio / Diciembre 1978 - Págs. 36 a 37.

(64) Ocasión: 16.12.1977 Ordenación presbiteral del diácono Jorge Juan Montini. En la Catedral Metropolitana.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1977 - Págs. 12 -14.

(65) Ocasión: 01.01.1979 Mensaje en la Homilía de la Misa de la Jor-nada Mundial por la Paz.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1979 - Págs. 25 a 27.

(66) Ocasión: 16.08.1979 - Exhortación para ser leída en las Misas del domingo 26 de Agosto, Día de la Catequesis.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1979 - Pág. 35.

(67) Ocasión: 14.10.1979 Homilía en la Misa celebrada frente a la Le-gislatura con motivo del Año Internacional del Niño.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1979 - Págs. 38 a 40.

(68) Ocasión: 08.06.1980 Homilía al finalizar la procesión del Corpus Christi en la Catedral Metropolitana de Santa Fe.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1980 - Págs. 37 a 40.

(69) Ocasión: 03.09.1980 - Aniversario de la consagración episcopal de Mons. Zazpe - San Gregorio Magno - 03/09/1961.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1980 - Págs. 40 a 41.

(70) Ocasión: 21.07.1981- Mensaje al concluir la solemne procesión de Corpus Christi.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1981- Pág. 32 a 34.

(71) Ocasión: 16.02.1983 - Carta Pastoral para la Cuaresma de 1983.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1983 - Págs. 49 a 52.

(72) Ocasión: --.06.1983 Homilía al concluir la procesión de Corpus Christi.
Ubicación bibliográfica: Revista del Arzobispado de Santa Fe Enero / Diciembre 1983 - Págs. 67 a 70.



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